El auge del tuppersex

El tuppersex nació a finales del siglo XX. Aquello comenzó al otro lado del Atlántico, como casi todas nuestras modas, en Estados Unidos. La idea se basaba en las tradicionales reuniones de Tupperware. Ya sabéis, cuando las amas de casas se reunían para hablar de menaje, vajillas y pasteles o tartas hechas en casa. Las mujeres fueron incorporándose al mercado laboral y empezaron a sentir otras necesidades e inquietudes. ¿Quien no prefiere hablar de sexo en vez de un pollo asado?


Y poco a poco esta nueva moda del tuppersex fue ganando terreno hasta llegar a nuestro país donde tuvo una muy buena acogida. Básicamente es como si un sexshop llegara a tu casa. Con la particularidad de que los artículos y juguetes que se venden en el tuppersex son más cuidados en sus detalles, sus formas y su tacto. Son artículos pensando sobre todo para las mujeres. El diseño tiene mucho valor a la vez que su funcionalidad.



El éxito del tuppersex se debe a que es un concepto adaptado en su conjunto para las mujeres. El entorno es una reunión entre amigas, entorno seguro, cómplice y libre. Ya no se trata de comprar, se trata de compartir.